Creo que el tema de hoy es muy importante, humanizar a las mascotas puede traer graves consecuencias, principalmente si en un futuro pensamos tener mas animalitos o viene algun bebe en camino.
No me refiero a que no debamos querer a nuestros pequeñines si no que no ahi que tratarlos realmente como nuestros hijos.
Siempre que surge un problema de comportamiento en el perro o el gato es difícil pensar que la culpa de que haya pasado semejante conducta sea provocada por las personas mas allegadas al animal, es decir sus propietarios. El ser humano, por su psicología, en estos casos no comprende la gravedad de sus acciones, muchas veces inconscientes por el cariño que le nace darle a su mascota, esto nos lleva a formar perros o gatos desequilibrados, realizando acciones incluso peligrosas para las demás personas que están alrededor de ellos u otros animales. Se vuelven ante los ojos humanos “locos”, agresivos, ansiosos, miedosos, destructivos y un sin fin más de patologías que se podrían haber evitado comprendiendo que un perro o un gato no son una persona en miniatura.
Humanizando a nuestra mascota, una grave elección.
¿Qué significa ésto?
Si nos paramos a observar el comportamiento del propietario con su mascota nos daremos cuenta muy fácilmente de lo sencillo que resulta a las personas humanizar a su perro o gato.
Cuantas veces no hemos oído decir: “es que mi perro es mi niño pequeño, es el rey de la casa, hace lo que quiere pero es que es tan gracioso…, está para comérselo” .
Es lógico pensar que son metáforas, pero a la hora de la verdad, esa es la actitud empleada en el trato diario del perro o gato, obteniendo consecuencias desastrosas para el animal.
Si observamos el comportamiento que los animales tienen en libertad, vemos claramente que entre ellos tienen unas normas, que acatan desde el primero hasta el último de la manada en cánidos o grupo social en felinos, si no quiere llevarse un buen mordisco del líder (en el caso de los perros), o un buen arañazo (en el caso de los gatos).
Una mascota de ciudad, conviviendo con personas, no obtiene este tipo de reglas, la necesidad psicológica del ser humano de recibir ese “cariño”, sentir que su animal es el único que no juzga si es más guapo o más feo que el resto, si tiene o no tiene dinero o casas lujosas, hace que el lazo de unión formado entre el propietario y el perro o gato se convierta inconscientemente en un peligro para la salud de su querido amigo.
Ejercicio, disciplina y cariño: En ese orden
Famosa frase, reconocida en todo el mundo por su creador Cesar Millán, infinidad de veces lo hemos visto en televisión intentando “entrenar a las personas, para rehabilitar a sus perros”.
Las necesidades de nuestras mascotas, por mucho que cueste aceptarlo desde el punto de vista psicológico humano, son diferentes a las nuestras.
¿Necesitan cariño? Sí, evidente que sí, pero no en el grado que se les otorga. Para un perro el cariño no es un beso, un abrazo o cualquier cosa semejante…, para que un perro o gato sea feliz y se sienta comprendido y obtenga cariño de sus “compañeros” humanos tan solo necesita tener cubiertas sus necesidades vitales.
- Ejercicio: La importancia de dar largos paseos siguiendo a su líder (el propietario), es de vital necesidad para ellos. Queman energía que de otro modo se convertiría en acciones destructivas. En este punto puede entrar el juego, pero no es un suplemento sino una complementación del ejercicio mencionado anteriormente. Jugar en compañía de otros perros y con otras personas hacen sociable a nuestra mascota.
- Disciplina: Esto entra dentro de la educación que todo animal adquiere en su hábitat natural. Necesita tener normas, desafíos y límites. Ya que se tiende a humanizarlo, conviene pensar si a un hijo le dejaríais destrozar la casa porque si no lo hace se coge un berrinche. ¿No verdad?, entonces por qué a vuestra mascota si le otorgáis tal privilegio…
- Cariño: Pensando en psicología canina el cariño a un perro pude resultar tan simple como una buena comida después de un largo paseo junto a su propietario, una buena tarde de juegos, una caricia cuando se encuentra tranquilo y siempre que el humano sea quien haya tomado la iniciativa y no al revés, que es lo que habitualmente pasa. Es difícil resistirse ante la cara que ponen cuando se acercan, pero es necesario hacerlo. Ante el ojo humano parece hasta cruel, ante el ojo del perro es debilidad. Un líder de manada nunca es más débil que sus seguidores.
Problemas de conducta desencadenados por la humanización del animal
En una palabra… “todos”, más estadístico…” el 99%”. Son cifras como para pensárselo ¿no? Si de verdad queremos lo mejor para nuestras mascotas entendamos que son perros o gatos y no personas pequeñitas.
Los problemas de comportamiento que originan las formas de pensar de los humanos ante sus mascotas desembocan en el peor de los casos en ataques hacia los miembros de la familia u otras personas (niños incluidos), que pueden provocar heridas muy graves o inclusive la muerte si el perro es de un tamaño considerable.
Seamos conscientes y tratemos de evitar estas conductas. A la hora de adquirir una mascota, informarse bien de sus necesidades y de si se las podremos tener satisfechas sería una buena opción.
Si el perro o gato ya ha adquirido esa mala conducta o mal comportamiento acuda sin demora a un profesional en el campo de la psicología canina y felina o etología.
artículo de : Paula María Balsas Tijera.
Muchas gracias por publicar este post, de verdad me ha servido para reflexionar acerca de la manera en la que he educado a mi perro, creo que no lo he hecho tan mal aunque si reconozco que he caido muchas veces en conductas un poco sobreprotectoras… asumo mi responsabilidad y ahora me encargaré de darle un cariño más genuino y digno para mi perro. Saludos 😉